Incluso en las ciudades, hago referencia a la región circundante. Bilbao, Pamplona, Burdeos y Lourdes sólo se explican brevemente, pero sin duda están al alcance de una excursión factible de un día.
Desde la celebración del matrimonio de Luis XIV y la infanta María Teresa en 1660, San Juan de Luz es conocida como la ciudad "Real". Refugio de cazadores de ballenas, bacaladeros, corsarios, fue también el primer puerto francés de sardinas y atún. En los años cincuenta y sesenta, la ciudad se volcó rápidamente en proyectos de desarrollo turístico, conservando al mismo tiempo sus pintorescas casas y su centro histórico.Con su hermosa zona peatonal, donde las tiendas abren incluso los fines de semana, muchos buenos restaurantes y una hermosa playa en la bahía de San Juan de Luz es mi favorita. Vivo aquí desde hace muchos años, pero Saint Jean de Luz sigue haciendo latir mi corazón.
El puerto de San Juan de Luz
Biarritz, antaño un pequeño pueblo de pescadores de ballenas, se ha convertido hoy en una armoniosa estación balnearia. Ofrece un entorno natural y un clima suave ideal. Gracias a su situación geográfica, Biarritz ofrece una amplia gama de actividades. Podrá jugar al golf en uno de los mejores greens de Europa, jugar al tenis o montar a caballo. Biarritz no es snob a pesar de su reputación, y también hay lugares muy relajantes. El encanto de Biarritz es el omnipresente mar, Bayona es sin duda la bella localidad de dos.
Hôtel du Palais, Residencia de Napoleón III. y su esposa Eugenia.
En un marco único, donde el agua entra por todas partes al ritmo de las mareas, entre el mar y la montaña, Bayona, con su triple carácter de ciudad religiosa y militar y de metrópoli regional, ha acumulado un rico patrimonio a lo largo de los tiempos.
El centro de Bayona con el río Adour.
Tradición y modernidad se dan la mano en esta gran ciudad de tamaño humano, con toques de la Belle Époque y un calendario cultural de primer orden, con sus festivales internacionales de cine y jazz y su selecta programación cultural. San Sebastián es también la capital mundial del pintxo. La gastronomía rivaliza con la naturaleza en una ciudad mundialmente conocida por su cocina y sus chefs, que ostentan 16 estrellas Michelin.
San Sebastián, con vistas al pequeño puerto pesquero, en el extremo izquierdo se puede ver el Aquirium y en el lado derecho del Club Náutico y la montaña y Urugll con la estatua del "Sagrado Corazón San Sebastián".
El Museo Guggenheim es el emblema de la nueva arquitectura en el País Vasco, donde la arquitectura no sólo está al servicio del arte, sino que se reafirma como uno de los medios de expresión más importantes.
Los San Fermines de Pamplona son las fiestas más intensas que he visto nunca. Pero también merece la pena visitar Pamplona sin la fiesta. La carretera a Pamplona te lleva por una montaña fabulosa.
Burdeos es el centro económico y cultural del Gran Suroeste. La ciudad es famosa por su vino, su buena gastronomía y su bonito centro urbano. Arcachon, con su gran duna, también merece una visita.